Categoría: Docencia/Teaching
Hablando de Razonamiento Clínico en la Universidad de Salamanca
Con motivo de mis estudios de Doctorado en Neurociencias el miércoles 21 de Octubre del 2015 di una clase magistral en la Escuela de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Salamanca
titulada «¿Vale la pena hacer Razonamiento Clínico en Fisioterapia?». La doctora en Fisioterapia Ana María Martín Nogueras me abrió una de sus clases para que les hablara de razonamiento clínico en Fisioterapia a sus alumnos de tercer curso del Grado. Para mí tenía un significado especial ya que, como puedes leer abajo, siempre estaré unido sentimentalmente a ese lugar, y era una forma de pagar la infinita deuda que tengo con la Jero. Además, esos fisioterapeutas en potencia harán prácticas y tratarán a mis familiares que viven en la región, por lo que poder ayudarles en su desarrollo era tambien una obligación moral para mi.
El grupo es estupendo. A pesar de ser un grupo muy numeroso, participaron en todas y cada una de las actividades provocadoras que les propuse y el objetivo que me planteó Ana cuando me llamó creo que se cumplió con creces: sacudirles el cerebro para que razonen pensando en sus pacientes y reflexionen sobre su propia práctica. El tiempo lo dirá.
Dejo aquí la presentación que les prometí a cambio de que «no tomaran muchos apuntes» durante mi charla.
Muchas gracias a esas mentes que interaccionaron con la mía aportando sus impresiones y opiniones para que salieran a la luz algunos temas en los que yo no había pensado. Conseguísteis que la clase fuera mucho mas rica
Os dejo también el post que originalmente se publicó en 2010 en Moving Physiotherapy en el que se cuenta la historia de la Jero.
Nos vemos en la siguiente,
Pablo
Dar clase en la universidad a los 83 años
La Jero dejó la escuela a los 9 años. Entre ella y su hermana Guadalupe gastaban la mañana, trastada tras trastada, haciéndoselas pasar canutas a la maestra y a sus compañeras de una de tantas escuelas rurales de Salamanca, que tan bien retrata María Antonia Iglesias en su libro “Maestros de la República”.
A la sufrida profesora no le quedó más remedio que mandarlas a su casa una mañana de febrero, tras quemarle la falda con las ascuas del brasero en una de las suyas. Después de que los preliminares de la Guerra Civil les dejaran sin padres, sin hermanos, sin tierras y sin hogar al que volver, ambas pasaron a formar parte de la pueril servidumbre que las casas adineradas recogían a regañadientes de los campos debido a un bando de la época. En ese momento terminó su relación formal con los estudios. Aunque eso no significa que dejara aprender nunca. Cualquier papel que caía en sus manos era “leído de cabo a rabo para no olvidar lo estudiado antaño”.
Tras años de servir y de labor en los campos, funda una familia y marcha a Madrid siguiendo a su Paco, en busca de una vida mejor para tres hijos que tenían. Desde su llegada a la capital mantuvo una lucha diaria para poder ofrecer a sus hijos todas aquellas oportunidades de formación que a ella se le negaron. Con un genio inquebrantable no cejó de inculcarles las enseñanzas de la vida, esa inteligencia emocional tan de moda en estos días y tan obligatoria si uno quiere defender su humilde estatus en los madrileños barrios de Villaverde y San Fermín de la época. Tampoco dejó de trasmitirles las costumbres, los dichos, los recuerdos y las historias de esa tierra castellana heredera de los libros de D. Miguel Delibes. No solo las más dulces; también las más duras. Era el mejor legado que podía entregarles. Porque
la Jero pensaba que el mayor peligro que se cierne sobre la tolerancia es el olvido, que el arma más efectiva contra los totalitarismos es la educación
La Jero fue una adelantada a su época. Siempre creí que de haber nacido unos años antes o unos años después podría haber sido una Clara Campoamor o una Margarita Salas. Hace unos años pensó que el lugar perfecto para seguir enseñando a sus ochenta-y-tantos era la universidad. Ella, que siempre soñó con los libros que nunca pudo leer en la escuela, a día de hoy comparte apuntes y clases magistrales con los alumnos y el cuerpo docente de la Universidad de Salamanca: médicos, fisioterapeutas, enfermeros…
Tras ver una entrevista en televisión a Eduardo Haro Tecglen decidió qué, ya que sus órganos no iban a poder ser trasplantados a otras personas, quería también donar su cuerpo a la Ciencia. Con la complicidad necesaria de su hijo y su nieto mayor preparó en secreto la documentación. Y tras fallecer el día 21 de diciembre de 2009, tanto su marido como sus hijos respetaron su decisión de no ser enterrada y de poder seguir siendo útil de alguna manera. Gracias a su inmensa bondad de la Jero su cuerpo fue donado a la Facultad de Medicina de Salamanca, para que fuera utilizado como esta institución tuviera a bien desear. Es duro para la familia renunciar a tener una tumba donde llorar su ausencia, por la extraña sensación de imaginar qué será de ella allá dónde esté… Pero era lo que ella quería. En el fondo, pienso que su ejemplo fue el último regalo que nos hizo.
Sin esta desinteresada y a menudo incomprendida acción de personas anónimas, la formación científica y por ende, nuestros futuros cuidados, se verán duramente mermados.
Espero que los próximos sanitarios que se doctoren en esa escuela de Ciencias de la Salud sean dignos de tan loable legado.
¿Qué le llevó a la Jero a tomar esta decisión? No tengo ninguna duda: su infinito amor al prójimo; a los suyos y a los demás
¡Quién se lo iba a decir a la Jero… a sus años y dando clase en la universidad.
Pablo
Lectura crítica: (How) Do research and administrative duties affect university professors’ teaching?
García-Gallego, A., Georgantzís, N., Martín-Montaner, J., & Pérez-Amaral, T. (2015).
(How) Do research and administrative duties affect university professors’ teaching?. Applied Economics, (ahead-of-print), 1-16.
- ESPECIALIDAD Docencia universitaria, Economía, Calidad
- RELEVANCIA 6/7
- NOVEDAD 6/7
Comentario crítico
Un buen paper de investigación sobre la influencia de la investigación y las tareas administrativas en la calidad de la docencia de los profesores universitarios. El enfoque es socioeconómico, pero las conclusiones deberían poder guiar a los administradores universitarios en su toma de decisiones.
Although researchers teach roughly 20% more than nonresearchers, their teaching quality is also 20% higher. Instructors with no research are 5 times more likely than the rest to be among the worst teachers
Las conclusiones más relevantes para mí son las siguientes:
- Las prácticas investigadoras en el propio campo asociadas a la docencia tienen un impacto muy positivo en la calidad percibida por los alumnos en las encuestas de evaluación
- El acúmulo de tareas administrativas tiene un coste en la calidad de la docencia universitaria
- El estudio no propone cuál es el equilibrio ideal entre docencia-investigación-cargas administrativas, pero concluye que, cuando la investigación y la administración se maximiza, la calidad de la docencia sale mal parada si no se adapta de manera real el equilibrio entre tareas
Otras implicaciones que sugiere el estudio y que pueden ser relevantes para las decisiones de los profesores en su carrera docente y sus administradores:
- No hay un reflejo directo de la mejora docente por realizar cursos de formación pedagógica. El estudio sugiere que el impacto de los mismos podría observarse más adelante; pero en sí mismo este dato debería analizarse en profundidad debido a los elevados recursos que las universidades suelen dedicar a estos programas de formación
- No está claro que la práctica investigadora realizada simultáneamente a la docencia en un mismo curso impacte directamente en la calidad docente de ese mismo año. Es probable que el mayor impacto docente se perciba de 2 a 4 años después, pero es algo que el estudio no se planteó analizar y que requiere de mayor análisis
- El estudio NO concluye que ha de incrementarse la carga docente a aquellos que no investigan o solo administran. Solo es capaz de detectar cierta relación entre las variables mencionadas
Puntos fuertes:
- Tiene una buena exposición sobre el estado de la docencia y la relación sobre la calidad en las universidades españolas. Entender el funcionamiento interno y cómo es valorado el profesor por su universidad ayuda a comprender mejor la cuestión
- Aunque hay veces que no detalla cómo los elimina, los sesgos del estudio son muy limitados
Puntos débiles:
- No puede desecharse la posible influencia en las evaluaciones de los alumnos de la notoriedad del profesor evaluado. La percepción previa por parte del alumno del docente que investiga y publica en los medios relacionados, puede influir positivamente en sus evaluaciones frente a aquellos que no lo hacen
- El estudio no cuenta como variables el grado de motivación del docente frente a sus obligaciones ni el grado de decisión/elección a la hora de elegir el reparto de las mismas
- El estudio no está hecho en carreras sanitarias y se realiza en universidad pública. Aunque se pueden extrapolar los datos a otros campos y universidades privadas, esto habría que hacerlo con cautela
Abstract
We analyse the interaction between university professors’ teaching quality and their research and administrative activities. Our sample is a high-quality individual panel data set from a medium-size public Spanish university that allows us to avoid several types of biases frequently encountered in the literature. Although researchers teach roughly 20% more than nonresearchers, their teaching quality is also 20% higher. Instructors with no research are 5 times more likely than the rest to be among the worst teachers. Over much of the relevant range, we find a nonlinear and positive relationship between research output and teaching quantity on teaching quality. Our conclusions may be useful for decision-makers in universities and governments.
Keywords
Exponerse
No recuerdo que el tiempo que llevaba sin darle un lavado al coche por dentro y por fuera. Uno de los adjetivos que más se adapta a mi forma de entender un coche es el de “utilitario”. Vale para lo que vale. No es un lujo ni una devoción, pero mejora mi calidad de vida y la capacidad de hacer cosas que sin él me llevarían más tiempo. Le hago los mantenimientos de seguridad estipulados, pero no soy de esos que se van el domingo al auto-lavado a pasarse horas puliendo la chapa.
Ayer le llevé a que le dieran un buen repaso y lo dejaran limpito. Y no pasó ni 12 horas antes de que lo rayaran. Unos rayajos de éstos hechos con saña por los 4 costados. No voy a ponerme a justificar al artista ni a hacerle un perfil psicológico, pero no hay nada como exponerse un poco en algo para ser la diana de los demás; convertirse en la justificación de los mediocres, en la vía de expiación de los amargados o en la gracieta de los machotes.
Me duele mucho ver cómo se critica cualquier iniciativa per se dentro de la Fisioterapia.
La libertad de que todo el mundo tenga una ventana donde expresar sus opiniones se convierte en libertinaje cuando solo se azuza, sin reflexión previa y sin aportar nada más, al que se atreve a dar un paso en alguna dirección
Tendemos a expresarnos como si fuéramos los padres fundadores de la Fisioterapia y valedores de la misma. Aunque realmente actuamos solo como libertadores del que acecha nuestro trocito de pastel. Y sobre todo tendemos a decirle a los demás lo que tienen que hacer o lo que no. Se nos olvida que no servimos a la profesión; solo la representamos. Y que a quien deberíamos servir es a nuestros pacientes y no a nosotros mismos. Dan ganas de quedarse sentadito, sin moverse mucho; a no destacar en nada, para que a uno no le intenten complicar la vida…
Pero va a ser que no. Lo siento, pero los rayajos y las pegatinas se van a quedar fuera, ya que hablan más del que los hace y las pega qué no del que las recibe. Las escucharé; prometo. Pero hasta ahí.
Como decía Ramón Trecet, bienvenidos al Curso Baloncestístico 15-16.
Pablo
A menudo funcionamos mejor con menos opciones disponibles
La navaja de Ockham: el peligro de transformar un principio en un fin
Me alegro de ver que hay fisioterapeutas que ponen un poco de coherencia ante el uso indiscriminado del principio de parsimonia como argumento decisivo y válido para todo lo que hacemos los terapeutas.
Independientemente de que pueda ser una moda o no como indica Arturo, en estas últimas semanas me sorprende encontrar cómo otros fisioterapeutas esgrimen y se lanzan este principio a la tercera frase de una de esas discusiones que copan en internet sobre quién la tiene más larga (la cabeza), al menos sobre el papel. Y se quedan tan anchos, como si decir que sigues este principio hace que, automáticamente, tus pacientes sean mejor tratados.
Es un recurso muy efectista, sobre todo para algunas películas, pero que esconde trampas en su concepto y en la traslación y aplicación clínica real y no de celuloide. Soy un gran defensor de la ciencia translacional y la posible aplicación de conceptos surgidos en otras áreas al ámbito médico, pero creo hay que hacerlo con sumo cuidado.
Además de haber muchas traducciones libres sobre este principio filosófico (probablemente según nos venga bien a cada uno en cada situación) el número de contraprincipios que existen frente a este es muy elevado también. Apropósito del acertado título del post que ha elegido el autor, esta frase atribuida a Einstein es un ejemplo de las llamadas “anti-navajas”:
«A duras penas se puede negar que el objetivo supremo de toda teoría es convertir a los elementos básicos en simples y tan pocos como sea posible, pero sin tener que rendirse a la adecuada representación de un sólo dato de la experiencia. Simple, pero no más simple”
Sin entrar a valorar por qué los fisioterapeutas pueden decantarse por unas opciones u otras en su razonamiento, como opina Eduardo Fontdevila en su post, sí me gustaría destacar que en el caso que nos ocupa el primer sesgo del fisioterapeuta está en decantarse por éste principio en vez de otro y convertirlo en regla. Los sesgos son connaturales con la capacidad de pensar y razonar, por lo que no propongo aquí que se puedan eliminar completamente; pero lo que tiene que hacer cada uno es, al menos, conocer los propios y conocerse a sí mismo. Y he aquí uno de los peligros de la utilización indiscriminada del mismo por modas: transformar un principio en un fin.
En cuanto a la versión del principio que habla de “igualdad de condiciones entre dos explicaciones”, no sé lo que significa esa igualdad de condiciones a nivel clínico. Solo tres ejemplos de ello:
- Tendemos a cuantificar los datos clínicos que presentan nuestros pacientes a través de herramientas, con un uso muy discutible y muy pocas de ellas validadas, para ponerlas en una balanza… para ver cuál pesa más.
¿Qué pesa más, 100 gramos de signos de dolor neurogénico en mi paciente o 100 gramos de dolor nociceptivo inflamatorio? ¿Cuántos signos de los resultados de los estudios de Smart ha de tener mi paciente para decantarme por una o por otra categoría?
La «sublimación de evidencia» dentro de un caso clínico es un recurso utilizado en el aprendizaje del razonamiento hipotético-deductivo de casos ideales con los que los noveles pueden empezar a resolver problemas desde bien pronto. Una vez que el fisioterapeuta aprenda conocimientos básicos de metodología de investigación puede sumar herramientas más inductivas como la posibilidad de hacer un cálculo de probabilidades pre-post sobre si nuestro paciente puede tener una determinada patología o no.
Otra opción es utilizar las reglas de predicción clínica, fundamentalmente diagnósticas, rezando para que nuestro paciente se parezca a la muestra que utilizaron en el estudio. Pero estas dos herramientas no recaen directamente en la metacognición, y sí más en la toma de decisiones inductiva del manejo del paciente y en cuánto de Evidence Based Practice quiero que tenga mi actuación
- Por otro lado tendemos a desdeñar datos que cualitativamente son patognomónicos para el diagnóstico, y qué, sin anular que el paciente pueda presentar otras deficiencias, nos indican que presenta una determinada patología. Equiparar estos signos a otros disponibles en la historia clínica es otro error de razonamiento (promovido probablemente por otro conjunto de sesgos del terapeuta como el de disponibilidad) y es una de las características que diferencia a los noveles de los expertos en una determinada área. Las buenas noticias es que es algo que se puede entrenar y sumar a nuestros recursos de pensamiento de contraste, y llegar a formar parte del razonamiento inductivo
- Un tercer ejemplo es la elección arbitraria de categorías de clasificación y la inclusión de unos datos u otros en las mismas para poder compararlos. Pero esto lo dejo para otro post ya que tiene un impacto muy grande en el resultado final y tiene su subconjunto de asunciones propio y su parte de fisiopostureo también,
Si el terapeuta no enfoca al paciente desde la individualidad (bio-psico-social) tenderá más a verlo como un conjunto de signos y síntomas que se puede medir, pesar y comparar
Promover un principio sencillo y útil, que puede guiar a los no expertos utilizando el razonamiento hipotético-deductivo, a la categoría de regla y argumento-que-vale-para-todo, parece hacerle un flaco favor a nuestros pacientes y a la profesión. El razonamiento inductivo y el reconocimiento de patrones son dos herramientas rápidas, efectivas y características del experto. Pero cuando uno se enfrenta a un caso en el que no lo es… la intuición fracasará. El razonamiento Tipo 1 del que habla Kahneman bebe de la experiencia y la muletilla de la Navaja de Ockham no servirá de nada.
Personalmente, siempre prefiero que haya un plan en la cabeza del terapeuta antes de que no haya nada; pero al menos, los que empiezan a utilizarlo, deberían conocer los pros y los contras del mismo.
Smart, K. M., Blake, C., Staines, A., & Doody, C. (2011). The Discriminative validity of “nociceptive,”“peripheral neuropathic,” and “central sensitization” as mechanisms-based classifications of musculoskeletal pain. The Clinical journal of pain, 27(8), 655-663.

